Manuel Ek
13 mayo 2012
Finalmente se deshojó la margarita y Greg Sánchez se retira de la contienda para competir por la senaduría por Quintana Roo. La razón formal, el querer defenderse de las acusaciones que recaen sobre él, y el no querer esconderse bajo el amparo del cargo de Senador. ¿Las razones reales? Quién sabe, pero sin duda presiones de muchos. Y alguna razón poderosa que haya hecho que se retirara y dejara al aire a la dirección federal perredista que apostó por él.
Desde el inicio de la precampaña la guerra sucia se centró en quién debía representar al PRD en el Senado. Greg Sánchez se presentaba como una amenaza para demasiados. Gaspar Armando García Torres finalmente señaló que estaba investigando a Gregorio Sánchez Martínez, esta vez por mala gestión y la desaparición de 89 millones de pesos de las arcas del municipio de Cancún.
Desde que Sánchez Martínez salió de la cárcel, acusado de delitos federales que no fueron probados, han tenido varios meses para desarrollar una investigación, que finalmente se ha destapado de nuevo en pleno proceso electoral. La situación actual es que hay siete personas investigadas por el procurador, y que no se sabe a día de hoy si Greg volverá a la cárcel, o sus abogados conseguirán evitar el ataque del Gobierno. Hasta esta semana el candidato de la izquierda aguantó todas las presiones contra su persona, y su candidatura, pero finalmente no resistió más.
En el interior del PRD el alcalde de Cancún, convertido en un enemigo interno de Greg por el control del aparato perredista apoyó financiera y políticamente a Luz María Beristaín para que ganara la elección interna del PRD, y no fuera elegido Sánchez Martínez como candidato. Greg por su parte se alió con el ex rector Pech Várguez, representante de Movimiento Ciudadano para presentar una fórmula conjunta. El PRD quintanarroense se enfrentó a esta fórmula y propuso a Luz María Beristaín como su candidata. Finalmente en México, López Obrador y el Comité Ejecutivo del partido se decidió por una solución mixta. Greg Sánchez iría por la primera fórmula, y Luz María Beristaín por la segunda, para tratar de contentar al PRD local, y al candidato que realmente se pensaba que pudiera hacer daño al priismo estatal.
Este “ticket” dejó descontento a muchos, puesto que no lograron retirar a Greg de la campaña. Si éste obtenía el segundo puesto en la elección sería electo Senador. De hecho la fuerza del panismo es tan débil en Quintana Roo, que Greg, ante una fórmula no deseada por él como la que le acompañaba, podía optar por no hacer campaña y ser electo Senador por la inercia. Luz María Beristaín recibió ataques de su partido y fue calificada de traidora por aceptar la nominación, y antes de la renuncia a la candidatura de Greg, corría el peligro de no ser electa senadora, y además de quedar apestada por su partido. A Greg le bastaba ser electo Senador, para preparar la batalla que de verdad importa en este estado, que es la próxima elección a Gobernador.
Sin embargo se acaba de retirar. Si sale libre ¿se convertirá en un mártir de la democracia local, y en un lastre futuro para el sistema? Es difícil de predecir. ¿Le perdonarán los perredistas de López Obrador la “espantada”? Tampoco me atrevo a vaticinarlo. ¿Competirá por la Gobernatura? Tendremos que dejar pasar el tiempo, esperar y ver.
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