11 de abril 2016
El asunto de los límites de gasto de campaña, analizado con un poco de detalle genera beneficios para el aparato gubernamental. Si eso no se corrige por la autoridad electoral nos encontramos frente a un serio problema de desigualdad.
Ciertamente no es muy alto el limite de gasto de campaña (algo menos de cinco millones de pesos).
La desigualdad en el tratamiento mediático de los candidatos a gobernador y a alcaldes hace que esto beneficie claramente al aparato gubernamental.
En mi opinión, la información publicada en los principales medios de difusión social es tan desequilibrada que debería ser considera como propaganda pagada.
Si no fuera así el tratamiento del resto de los candidatos debería ser parejo.
Hay suficientes muestras y evidencias que señalan que la importancia de la recepción social del candidato de UNE está siendo ignorada… mientras se magnífica la que proviene de gobierno.
Eso debe ser mediado y atendido de forma efectiva por los garantes de la limpieza del proceso electoral… en la instancia que sea necesaria.
Una cosa es la libertad editorial que deben tener los medios, y otra que eso se malinterprete para violentar las reglas establecidas afectando las condiciones del proceso.
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