26 de mayo 2016
La rueda de prensa de ayer en la ciudad de México del contador Carlos Joaquin González, en la que demostraba la desviación de recursos públicos de Mauricio Góngora es un acto de responsabilidad ciudadana. Lo mismo puede decirse de la persona o personas que filtraron los documentos. Otra acción hubiera supuesto ser cómplice de un delito.
El descaro, la prepotencia y la impunidad en nuestro estado se evidencian con los titulares de prensa en el que acusan de traidor al que supuestamente filtró la información.
Esas habilidades también las mostró Pedro Flota con su grosero twitter en el que también acusa a Carlos Joaquin de traidor, además de introducir chismes sobre su supuesta vida privada.
Por otra parte Raymundo King también abunda en otro Twitter con cinisno, señalando que la guerra sucia la inició Carlos Joaquin.
La guerra sucia contra los ciudadanos la inició Félix González Canto al enriquecer de forma obscena a una generación de juniors sin preparación. La agudizó Roberto Borge con el acoso a funcionarios públicos, con su régimen de terror y la cooptación de comunicadores sociales a modo.
La traición al estado que protestaron gobernar es una gran ofensa a la ciudadania. Por muy poco educados que estén debieron saber que la acción pública debe responder ante el pueblo. La impunidad, la falta de división de poderes es la verdadera guerra sucia contra el pueblo; y éste, por supuesto, tiene la libertad de votar de forma diferente si cree que sus representantes no le cumplieron de forma conveniente.
Para los moderados demócratas, entre los que me cuento, éstos personajes también han cometido traición contra el PRI; que es el espacio en el que supuestamente deberían concentrarse las personas honradas que tienen una forma de pensar de este tipo. El abuso de poder… el descaro… la falta de respeto contra todos y todas… es la verdadera traición al partido y a la patria.
Demandar su cumplimiento es un deber ciudadano, denunciar es una obligación, y ofrecer alternativas de gobierno una responsabilidad.
En la campaña política del año 2016 en Quintana Roo no hay duda tampoco. Félix González inauguró la guerra sucia con un el acto simbólico de la bajada del pendón de Carlos Joaquin…y la subida a las redes de semejante acto. A partir de ese día el aparato coordinó la destrucción de propaganda política del candidato de UNE; las amenazas a muchos simpatizantes de CJ, e incluso la promoción de actos violentos.
La guerra sucia subió de nivel cuando se acusó a CJ de vínculos con el narcotráfico, por una fotografía. Luego descubrimos que el hotelero en cuestión formaba parte de la corte de Beto Borge. Esta guerra llevaba años cultivándose en Cancún, con la estructura organizada de entrega de despensas, a cambio de voto que organizó el PVEM; y ha continuado con programas como «Basura por alimentos», y las entregas de innumerables regalos por parte tanto de la administración pública, como del PRI.
La guerra sucia la llevó al limite Mauricio al atacar a don Nassin Joaquin y a su familia sin pruebas.
Carlos Joaquin y UNE no han hecho guerra sucia. Se han tenido que estar defendiendo constantemente; desmontando las mentiras fabricadas, aportando pruebas de lo señalado y al mismo tiempo escuchando a la gente para armar un programa político viable y que responda a las necesidades ciudadanas.
La rueda de prensa de ayer en la que se aportaron diez cajas de prueba es producto de la responsabilidad ciudadana. Con evidencias contundentes se explicó al pueblo de Quintana Roo de que material está hecho Mauricio y su gente. Espero que todo esto se tramite judicialmente.
La generación de priistas que Félix González lidera debe asumir responsabilidades políticas y dejar de mirar hacia otra parte. Se han de comportar como hombres y mujeres honorables, y honrar lo que protestaron defender.
Ésta ha sido una generación basada en el amiguismo, en el nepotismo; en la falta de respeto a las mujeres profesionales al privilegiarse a «cortesanas» para los principales puestos políticos.
Esto debe acabar el 5 de junio.
Si Mauricio fuera responsable renunciaría a su candidatura y se pondría a la disposición de la justicia. Pero no lo va a hacer… porque con él desaparece una generación de políticos que traicionaron la confianza del pueblo.
Veremos si se atreve a presentarse en el debate del sábado 28.
No me queda duda de que hay que seguir trabajando.
El cinismo y la impunidad han sido tan grandes en el estado que van a luchar hasta el final.
Ojalá la ciudadanía sea sensible y salga a votar por un cambio de estilo en hacer las cosas.
Si los quintarroenses quieren hacer historia, y sentar un precedente democrático serio; el domingo 5 de junio tienen que salir a votar mayoritariamente, y dejar a las encuestas mal paradas al abrir una distancia tan grande entre una opción y otra, que nunca más un gobernante local llegue a pensar que puede hacer su voluntad, y llevar ésta al limite.
Les invito a votar por la democracia, por la responsabilidad y en contra del autoritarismo y la impunidad.
Les invito también a recordar que los quintanarroenses lucharon por su autonomía frente al poder central, con puros movimientos ciudadanos. Ya tenemos un precedente importante de que sí se puede.
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