Felicitaciones para el pueblo de Quintana Roo

4 de septiembre de 2016

Vengo regresando de Mérida (de impartir clases en un curso), y quiero aprovechar para felicitar a todas las fuerzas políticas que han sido oposición en Quintana Roo; así como a Miguel Ramón Martín Azueta por el acuerdo alcanzado en el Congreso del Estado.
Es bueno que se huya de los personalismos y protagonismos y que entre todos se acuerde generar un marco institucional de respeto, en el que el estado avance con responsabilidad, huyendo del partidismo mezquino, que en tantas ocasiones arruina las cosas.
Efectivamente, el legislativo es un poder independiente, igual debe serlo el judicial; es por esa razón que es tan importante el acuerdo al que han llegado las fuerzas políticas que representan la mayoría de los votantes que expresaron sus preferencias el dia 5 de junio.
Con este acuerdo alcanzado, el pueblo puede tener la esperanza de que en el Congreso se debatirán los problemas que realmente interesan al ciudadano. De momento les ha unido las ganas de cambiar las cosas; en el futuro les debe unir la discusión honrada para aprobar políticas que persigan un mejor futuro para todos los ciudadanos del estado.
El diputado del PVEM José de la Peña se mostró muy arrogante en días pasados, afeando a Martín Azueta el intento por lograr que las fuerzas políticas llegasen a un acuerdo de este tipo. Sin duda, ya tenía la sensación de que ésta iba a ser la solución final. El PRI y el PVEM no están acostumbrados a perder, tenían la esperanza de utilizar el legislativo, más que con fines honorables, con la idea de bloquear la gobernabilidad de Quintana Roo. Sin embargo la lógica se ha impuesto, y los buenos oficios de Miguel Ramón han permitido que se llegue a un acuerdo que abre esperanzas para que se pueda desarrollar un debate plural y abierto en el legislativo. Este éxito y la evidencia de sus habilidades, sin duda le permiten entregar resultados a Carlos Joaquín (que no va a tener el bloqueo sistemático de un congreso movido por el partidismo irracional); y también le sitúan a la cabeza de la carrera por ocupar el espacio político en el que estas habilidades son requeridas para apoyar al Gobernador con eficacia: la secretaria de Gobierno requiere en este contexto de un negociador prudente, sigiloso, que sepa llegar a acuerdos, y que no tenga afán de protagonismo, o de reclamar reflectores mediáticos.
En el PRI siguen huérfanos y divididos. Pereyra anuncia hoy que abandona y va a ser independiente; pero no es el único. El disgusto es grande en las filas del tricolor. Félix González Canto sigue defendiendo sus intereses, en lugar de los del PRI. Le vetaron el nombre de Mauricio Góngora para ser Presidente del PRI, y entonces llegó a un acuerdo con el PVEM que implicaba la entrega a este partido de la candidatura de la gubernatura en la próxima contienda. Félix pactó con el niño verde que Remberto Estrada seria el próximo candidato, a cambio de proteger la carrera política de Paul Carrillo. Félix lo impulsaría como Presidente del PRI, y éste regresaría a competir como candidato a la alcaldía de Benito Juárez. En el entretanto Laura Fernández, alcaldesa de Puerto Morelos, muy cercana a Félix, renunciaba al PRI, para sumarse a las filas del PVEM.
Félix no piensa en el PRI… piensa en sus intereses; tampoco piensa en la disciplina partidaria de los diputados en el Congreso Local. Si pensara en su partido habría permitido que Cecilia Loria u otra persona fuese presidenta de su partido, y habría pactado con Hendricks y Ovando. No lo ha hecho y eso va a causar división ¿Cuanto tardará Leslie Hendricks, y algún otro representante en asimilar que el PRI en Quintana Roo, es un instituto al servicio de un grupo de poder perjudicial para los intereses de su partido?
De nueva cuenta Félix divide al PRI y lo entrega al PVEM, como si fuera una franquicia canjeable. No quiso y no supo pactar. Si las cosas siguen así el PRI sufrirá un periodo de recomposición largo y doloroso (si no desaparece en beneficio del PVEM). Los que aman la camiseta y la han llevado por años con orgullo no deben estar contentos ¿No es ésta la verdadera traición al partido?