25 de septiembre 2016
El trabajo hace que no esté cerca físicamente de Chetumal, y no he podido acudir a los diferentes eventos que se han sucedido el día de hoy. Es un día para celebrar porque acabó una etapa de desgobierno y corrupción en el estado de Quintana Roo. La gente está esperanzada. Quiere sinceramente que las cosas cambien. Sinceramente, no queremos escuchar malos augurios, ni críticas, ni cosas feas. Queremos un futuro mejor. Sencillo.
Felicito a los elegidos para integrar el equipo del gobernador Carlos Joaquín González. Dicen que mañana empezaremos a conocer los nombres del Gabinete ampliado. Tendremos tiempo de analizar nombres y trayectorias.
Sin embargo, me gustaría introducir algunas reflexiones en el debate.
El equipo de gobierno refleja voluntad de pacto entre diferentes actores. Eso es bueno.
El panista López Mena, el priista Juan Vergara, el perredista Julián Ricalde, y los joaquinistas Pedro Pérez, que en la última campaña electoral se presentó a presidente municipal de José María Morelos por el Partido Encuentro Social y José Portilla representan de forma simbólica un gobierno que pretende ser de todos, independientemente del color partidario. Por su parte los nombramientos de Alejandra Aguirre en Salud y de Marisol Alamilla en Educación son un claro mensaje a los diferentes grupos de médicos y maestros, que tranquilitos se ven más bonitos.D eben llegar a pactos y dejarse de golpes bajos. Deben llegar a acuerdos por el bien del estado.
En Seguridad CJ optó por la continuidad, como señalé en la columna de esta mañana. Se quedó con los policías de siempre, y el narco ya ha mandado un claro mensaje, en forma de manta, dirigido sin ningún tipo de ambigüedad tanto al nuevo Secretario de Seguridad Pública, como a la ciudadanía.
El resto de nombramientos me parecen bastante técnicos, lo cual habla de un interés de que las cosas se hagan bien.
En cuestión de minutos las redes se han llenado de críticas a diferentes integrantes del equipo. En los próximos días se verá como se van resolviendo las inquietudes ciudadanas.
Hay que reconocer que CJ ha sabido escuchar en las últimas semanas opiniones de diferentes ciudadanos. En este equipo ha contado con gente valiosa del sur del estado, superando deficiencias serias del equipo de transición, y ha remarcado que todos los integrantes tienen una trayectoria de residencia amplia en el estado (lo que ha sido cuestionado en algún caso puntual). Veremos que pasa con los nombramientos del gabinete ampliado, pero nada indica que no cumpla con la misma tendencia.
Me sorprende la falta de presencia de operadores fundamentales como Miguel Ramón Martín Azueta, o Jesús Pool; supongo que los encontraremos, bien en importantes funciones de fontanería gubernamental, bien lanzándose como candidatos en las próximas elecciones. No visualizo que políticos tan significativos hayan sido apartados de la jugada, sin razón aparente, después del importante papel que desempeñaron en el proceso de transición.
Ante las primeras críticas que han aparecido en medios y en Redes sociales, CJ se ha apresurado a comentar la vigilancia que ejercerá sobre todos los funcionarios públicos de su gobierno.
Las promesas más importantes son transparencia, honestidad y libertad de expresión. Que así sea, y que nosotros lo podamos ver. Que ganas tenemos de disfrutar de gobernantes honestos, que escuchen sinceramente, y que quieran hacer las cosas bien. Muchas felicidades.
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