El exceso de imagen gubernamental: abuso de poder

19 de diciembre de 2016

Nos hemos acostumbrado a que los logos de las diferentes administraciones aparezcan hasta en los lugares más inverosímiles: ello no tiene otro nombre, aunque nos aparezca como «normal», que el de abuso de poder.

Las instituciones están para servir a los ciudadanos en su período de gobierno. Eso no tiene nada que ver con el uso de sus imágenes oficiales y colores a efectos de promocionar grupalmente a un gobierno; o a una autoridad en cuestión.

Es tan habitual esta escena que nos hemos acostumbrado a visualizar escenas, que rallan lo ridículo en numerosas ocasiones.

En los últimos días nos ha escandalizado el abuso por parte de Juan Vergara, de su nombre y del sello del gobierno, acompañando a éstos, afiches de todas las onomásticas que se celebran diariamente. Se hizo ya ofensivo e incluso cuestionable desde el punto de vista jurídico, cuando mezcló a la Virgen de Guadalpupe en su promoción personal: pero esta situación se ha repetido a diario (aquí sólo se adjunta alguno de los afiches).

Por supuesto esto no es nuevo. Ni patrimonio del estado de Quintana Roo. Fue especialmente ofensivo mezclar de una forma tan evidente los colores, los logos y mensajes del Gobierno de Roberto Borge Angulo, en diferentes situaciones cotidianas. La imagen del Auditorio del Bienestar que se comparte es un ejemplo de ello; pero todavía lo es más la «vergüenza» que representa que las escuelas, o los autobuses de las Universidades públicas se identificaran de una forma tan poco elegante con la administración en turno.

Una cosa es señalar que en una administración se desarrolló una actividad determinada, y otra es abusar de . ello y dar la sensación que la sociedad civil le pertenece al Gobierno de turno. El gobierno está para servir y promocionar obra pública (entre otras cosas); no para «servirse». De hecho, en algunos casos, resulta patético.

Cómo se ha señalado, esta situación no es exclusiva de Quintana Roo. Entre las imágenes que se comparten nos encontramos a Moreno Valle, inaugurando un hospital, que lleva el nombre de su abuelo en el que los colores azules, propios del PAN son más que evidentes. También se comparte la imagen de como lucía el espacio deportivo: «Arena Veracruz», en la inauguración de un evento internacional; en el que destacan de forma casi grosera los colores de la administración priista en turno (por cierto hoy se encuentran estas instalaciones en un estado lamentable).

Pudiéramos encontrar muchos más ejemplos, pero estos son ya suficientes para que abramos el debate de una forma razonada. ¿Cúal debe ser la imagen gubernamental en las diferentes obras o servicios que se ofrezcan a la ciudadanía? ¿Consideran «normal» esta utilización de la imagen para fines partidarios o personales?

Reitero mi opinión: a mí me parece que es abuso de poder… e incluso un modelo de propaganda que por su «grosería», resulta contraproducente para el que la desarrolla.

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