27 de marzo de 2017
El 26 de marzo el conocido columnista político, Óscar González, lanzaba al aire una entrevista realizada en el marco de su programa “Moliendo Café”. Al día siguiente en el espacio “La Sobremesa”, dirigido por Julio César Silva y Jorge González Durán, el Secretario de Seguridad Pública del Estado, ampliaba sus reflexiones sobre la seguridad en Quintana Roo, así como sobre las acciones que el Gobierno está impulsando para mejorarla, y reducir la percepción de inseguridad de los quintanarroenses.
Celebro la iniciativa de sendas entrevistas, que pueden ser encontradas en “You Tube”, así como la disposición de Rodolfo del Ángel para aclararnos a los ciudadanos tanto la idea que desde el gobierno se tiene sobre la situación de la seguridad en el Estado, como sobre cuáles son los planes gubernamentales, que se están implantando para gestionar la situación. Afirma el Secretario, que la Seguridad Pública es una prioridad del Gobierno de Carlos Joaquín González.
En su opinión, Quintana Roo es un Estado seguro, en la que los principales delitos o bien se mantienen en número, o se reducen a la baja (señala que el Estado se encuentra en quinto lugar nacional en cuanto a menor índice de delitos). A pesar de ello reconoce que la percepción de inseguridad de los ciudadanos es un problema sobre el que hay que trabajar. También afirma que todos los días hay operativos conjuntos con fuerzas federales, especialmente relacionadas con las fuerzas armadas, tanto en Cancún, como en Solidaridad y Chetumal, y que existen muchas reuniones de coordinación (lo que parece que no contribuye a mejorar la percepción de seguridad).
Del Ángel de forma reiterada comenta sobre el Plan de Seguridad integral que tiene en cuenta la “dignificación” del policía (habla de que ya se ha incrementado un 40% del salario de los policías en esta administración, alcanzando éstos un mínimo de 11.000 pesos por elemento, y de la existencia de seguros de vida, así como de prestaciones). Que se refiere a la “profesionalización” (que quizás confunde con “capacitación”), así como a la importancia de contar con “equipamiento adecuado” (repite en varias ocasiones que hay que dotar a los elementos de uniformes, de chalecos y cascos balísticos, así como incrementar las patrullas policiales). A ello le suma dos elementos importantes: el “mando único”, y la creación en un plazo de doce meses del C-5, un órgano de monitoreo y control para la gestión adecuada de 4,000 cámaras de video vigilancia.
El Secretario de Seguridad Pública afirma que recibió una Secretaría sin recursos y una policía estatal que únicamente operaba en Chetumal. Propone aumentar los 600 elementos que existen a 600 más, de los que 300 se quedarían en Cancún y Solidaridad, y el resto se deberían repartir entre la zona centro y sur del Estado (no dice cómo). Reitera el poco equipamiento con el que se cuenta, y en la necesidad de seguir con el proceso de adquisición que está en marcha para contar con más chalecos y cascos balísticos, así como uniformes.
LLama la atención que esta queja amarga es muy parecida a la que la del General Villa, hiciera ya hace unos años, cuando llegó a Quintana Roo. La diferencia, en este caso, es que Rodolfo del Ángel se está acusando a sí mismo, como subsecretario de la anterior administración y como máximo responsable durante muchos años de la policía de Solidaridad; así como también acusa a sus antiguos camaradas policías, de haber gestionado de forma muy pobre los recursos de la seguridad pública en el Estado. Si el estado del equipamiento es tan lamentable, ¿a dónde se fueron todas las adquisiciones realizadas con recursos propios, o a través de los fondos y subsidios que recibe de la federación el Estado desde hace años, precisamente para estos fines? El discurso del equipamiento, es el mismo de siempre, y no es justo que se lave las manos como si no fuera directamente corresponsable, del actual estado del mismo.
Toca con prudencia el tema del Mando Único. No responde a la pregunta de Óscar González sobre el narcotráfico, ni sobre la corrupción policial. Se limita a señalar que se han depurado elementos a través de los controles de confianza (sin señalar un número aproximado), y que la percepción de inseguridad se arreglará con el Mando Único, que estandarizará a los elementos policiales, así como a sus equipamientos. Esas percepciones de seguridad mejorarán con la presencia de patrullas en la calle, y con el funcionamiento del sistema de video vigilancia. Afirma que hay estudios geo delictivos, y mapas de riesgo, y que los elementos policiales se van a distribuir en las zonas más sensibles, coordinándose las policiales locales, con la estatal, y las fuerzas federales.
Sobre la inteligencia policial se limita a señalar que existe y que realiza un importante trabajo. Sin embargo, no abunda en ello, y apuesta con entusiasmo por el proyecto que ya ha anunciado el Gobierno del Estado. En doce meses Quintana Roo, tendrá un Centro de Control, para monitorear tres círculos: el primero integrado por arcos de seguridad y cámaras que lean placas de automóviles en las entradas del Estado; el segundo en los accesos de las principales ciudades; y el tercero integrado por un conjunto de cámaras que se instalen en las avenidas urbanas más importantes. Para ello se contratará gente especializada (lo cual abrirá nuevas fuentes de empleo) para manejar el sistema, con el objetivo de tener una mayor cobertura, y una capacidad de respuesta más rápida. Paralelamente, en los acuerdos de adquisición del servicio, se contemplará el mantenimiento y la actualización de los equipos.
El discurso de Rodolfo del Ángel no se sale de un guión clásico bastante gastado. En una entrevista realizada en el programa “La Sobremesa” de Julio César silva, y Jorge González Durán, el pasado 20 de marzo, Carlos Cardín Pérez, ex alcalde de Cancún; señalaba que en el norte del Estado existe un claro temor ciudadano. Afirmaba que hay demasiados grupos de poder en el seno que la policía de Cancún, y que eso impide el contar con una buena policía. Sin embargo, concluye, que hay amenazas más grandes que una policía contaminada, que todavía se puede controlar, y que, en su opinión, ni el Secretario de Seguridad, ni el Fiscal General se han aparecido de forma regular en Cancún, que es en dónde se encuentran los problemas más serios, y que han dejado así pasar el tiempo de una forma contraproducente.
No hay duda que Cardín, tiene su agenda personal, y que representa una opción política distinta a la de la actual administración. A pesar de ello, no se puede esconder el sol con un dedo. Un responsable político no puede permitirse el lujo de señalar que el problema de inseguridad en Quintana Roo, es una cuestión de percepción (aunque la policía con su torpe agresividad haya contribuido a ampliar esa imagen de inseguridad). Menos todavía debe echarle la culpa al pasado, especialmente, cuando él forma para del mismo como actor principal.
Rodolfo del Ángel ha cumplido con su función de forma adecuada. Ha salido a dar la cara, y ha explicado la visión de la actual administración. Lamentablemente, la imagen que ha transmitido es la de contar con pocas ideas novedosas, mantener una política de continuidad con la anterior administración, y evidenciar una capacidad crítica muy limitada que en poco contribuye a un diagnóstico certero, ni a la mejora de la percepción ciudadana de la seguridad.
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