4 de julio 2018
Se abren varias interrogantes. El gobierno de Quintana Roo tiene asegurados los 6 diputados del PAN y el «independiente» Juan Carlos Pereyra. Se encuentran en duda los dos diputados del PANAL, que quizás cumplan los pactos no escritos con el Gobierno; el siempre simpático Juan Ortiz Vallejo (que se intuye que se irá con quien más ofrezca) y la única diputada que le va a quedar a un PRD muy molesto, Gabriela López Pallares.
MORENA ha salido indirectamente fortalecida: Emiliano Ramos, Luis Ernesto Mis y Sonia López, teóricamente electos por el PRD es más que probable que se identifiquen con este partido, y no tengo ninguna duda que se situarán en la oposición. En este contexto es mucho más que probable que Carlos Mario Villanueva y Silvia de los Ángeles Vázquez del PES, aprovechen la nueva coyuntura política nacional y traten de ganar el favor de AMLO apoyando la ruptura con el Gobierno actual.
Por otra parte los 5 diputados del PRI y los 4 del PVEM es muy probable que sigan situándose en la oposición.
Si Pereyra sigue siendo el «operador» de Juan de la Luz, tiene los siguientes escenarios… :
1. Suma 7 diputados (PAN y su persona)
2. Suma 11 diputados (se reconcilia con el PRD, hace cumplir a PANAL sus compromisos, y corteja a Ortiz Vallejo)
La lógica me antoja a imaginar que los tres diputados neo morenistas, más los dos del PES, los 5 del PRI y los 4 del PVEM van a operar más o menos en coordinación para anular el trabajo legislativo hasta las próximas elecciones, aprobando alguna iniciativa puntual. Entre estos suman un mínimo de 14 diputados, a los que se pueden sumar los 4 «indecisos» señalados.
Es necesario que los operadores del gobierno se apuren, busquen acuerdos, y promuevan liderazgos frescos. Si MORENA consolida estructuras en Quintana Roo, se antoja muy complicada la elección del año que viene, y el acompañamiento del legislativo lo que queda de mandato.
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