5 de julio 2020
Dos importantes grupos de poder de Bacalar se están disputando con ferocidad, desde hace más de un año, lo que ellos consideran “su hueso”: la laguna de los siete colores. El ejido Aaron Merino Fernández, que dirigían el difunto ex diputado perredista Román Guzmán, asesinado el 26 de marzo de este año y el ex diputado priista Juan Manuel Herrera, trata de sacar del poder al pequeño grupo del que se rodea el ex diputado de Nueva Alianza Alexander Zetina, actual alcalde de Bacalar.
Los líderes del Ejido Aaron Merino Fernández, sobre los que escribí entre 2017 y 2018, cinco capítulos de la saga que titulé Bacalargate, explicando las tramas corruptas del manejo de su ejido, se adueñaron del Partido del Trabajo en Bacalar, desplazando a Mauricio Morales Beiza. Juan Manuel Herrera aspira ahora a competir por la presidencia municipal liderando la coalición MORENA-PT-PVEM. Alexander Zetina, con el apoyo de los operadores políticos del gobernador, pretenden impulsar una amplia coalición en Bacalar que frene a los morenistas, presentando al ex diputado Javier Padilla Balam, para ganar la elección, y así mantener el poder y ocultar los malos manejos realizados desde la presidencia municipal.
Bacalar refleja en estos momentos el clásico combate entre las elites políticas tradicionales del sistema. Y en este caso perro, sí come perro. La ingenuidad y la buena onda no tienen cabida en este proceso.
El gobernador le debe a Padilla su voto clave en la conformación del congreso estatal del 2016 y Juan de la Luz Enríquez Kanfachi posiblemente le debe muchas más cosas a Alexander Zetina; por lo que la suspirante ex subsecretaria de educación Cristina Coronado poco tiene que hacer en su búsqueda por encabezar la gran coalición.
MORENA no logró triunfar en las pasadas elecciones, a pesar de que el efecto Andrés Manuel López Obrador fue imparable en casi todos los procesos electorales. Juan Manuel Herrera no se tienta el corazón, y buscará asegurar su liderazgo en la coalición le cueste lo que le cueste, reclamando el espacio que tradicionalmente le ha correspondido al PT en Bacalar. La actual diputada por el PT Ana Pamplona intentará ocupar ese espacio, pero será desplazada por la mafia del poder, a no ser que pacte con el diablo (llámese éste Herrera o Enríquez).
En esta ecuación no puede olvidarse a Tania Casa Madrid, líder del PVEM, que cuenta con números mucho más sólidos que Herrera en las encuestas de percepción ciudadana, y que además tiene el apoyo de un partido verde dolido por la “traición” que Javier Padilla les hiciera en el 2016, al no respetar los pactos a los que habían llegado, de dividir el periodo de la diputación entre éste y su suplente del PVEM Radilla; y que además ven a Bacalar como un símbolo del desarrollo sustentable en el país.
Finalmente serán las cúpulas partidarias nacionales las que decidan quien encabeza la coalición, pero la guerra sucia está asegurada.
A mediados del 2019, el ejido Aaron Merino Fernández presentó batalla, atacando “con todo” al presidente municipal de Bacalar. En el mes de julio bloquearon el basurero municipal, que se encuentra en el ejido, concesionado por 30 años al municipio; tomaron los bajos del Ayuntamiento, presentaron una demanda por enriquecimiento ilícito frente a la Fiscalía General del Estado, y señalaron a todo el que quiso escuchar todas las propiedades y negocios que repentinamente había llegado a poseer el alcalde.
Desde principios de ese año, diferentes medios de comunicación habían estado señalando la dinámica de corrupción que se vivía en el municipio. Aunque no fueron las únicas, entre otras destaco las siguientes columnas o notas informativas. Luciano Nuñez publicó en Grupo Pirámide el artículo “Alcohol, educación y bienes raíces: los negocios de Alexander Zetina al amparo del poder”. Expediente de Quintana Roo, el 26 de abril de 2019, “Amenazan a alcalde: acusan a Alexander Zetina de fraude por 20mdp”. Contracorriente, el 17 de junio, “Es ilegal la fortuna de Alexander Zetina”. Jaime Farias Informa utilizando información de Sol de Quintana Roo el 9 de julio 2019 “Gestión de Alexander Zetina como alcalde estaría provocando daños irreversibles a la laguna de Bacalar”. Ola noticias, el 13 de agosto 2019 “Piden ejidatarios desafuero de Zetina Aguiluz para llevarlo a la justicia”. Noticaribe, 14 de agosto del 2019 “Rompeolas: Alexander Zetina, como la Moringa”. La palabra del Caribe, 14 de agosto 2019 “Los negocios de Zetina Aguiluz”. Luis A. Cabañas Basulto 4 de marzo de 2020 en Sin Fronteras Agencias publicaba“Alexander Zetina, alcalde “ciego” ante la delincuencia que sangra a Bacalar”. Sol de Quintana Roo 19 de mayo de 2020 “Bacalar, “Nido de Corrupción”. La Verdad, el 21 de mayo de 2020 “Hunden a Bacalar corrupción de edil y delincuencia”.
El comentario de Noticaribe de agosto del 2019 sobre la “moringa”, era una ironía al respecto de que cada día le aparecían nuevas propiedades al presidente municipal de Bacalar, como al conocido árbol que crece en muchos de nuestros patios. Los diferentes medios fueron señalando el patrimonio que había amasado Zetina, con su círculo más íntimo entre los que se encontraba su esposa Elisa Gamboa Buitrón, su mamá María Guadalupe Aguiluz, su suegra Emeteria Buitrón y dos cuñados Lucía y Manuel Gamboa Buitrón; así como Javier Sandoval Arvizu y Javier Padilla Balam
Según La palabra del Caribe se habían acumulado 14 negocios valuados en unos 250 millones de pesos. Entre ellos: “La Playita”, “La panadería”; los hoteles: “Triple 7”, “Tierra Maya”, “Villa Balú”, “Mágico Bacalar”; 4 lotes de terreno en construcción, el primero un hotel en la avenida 7; así como varios locales comerciales en la misma avenida; la Escuela privada “San Felipe de Bacalar”; el Punto Modelo autoservicio Autobeer y el Minisuper de 24 horas “Joshara”, que además es el único autorizado para despachar alcohol las 24 horas en toda la ciudad.
Alexander cometió un gran error estratégico al ir a notarizar, a través de terceras personas la sociedad mercantil “La Gran Manada SACV” el 19 de octubre de 2018, mediante la cual se opera el restaurante “El mezcalito”; ante la notaria Dolores de las Mercedes Rivera Aguilar, notaria 43. Desconocía el presidente municipal que fue precisamente en esta notaría en la que se avalaron los malos manejos del Ejido Aaron Merino Fernández, y en donde se titularon prácticamente todos los terrenos.
Ola Noticias rescató en agosto del 2019 lo que integraba la demanda del ejido, presentada por Juan Manuel Herrera, en contra del presidente municipal. Se afirmaba lo anterior y se solicitaba investigación sobre “presuntos delitos contra el erario público, aprovechamiento ilícito del poder, abuso de autoridad, enriquecimiento ilícito, corrupción, tráfico de influencias, nepotismo, entre otros” También se pedía que se investigara a Javier Padilla Balam. En la demanda se afirmaba que a través de su esposa Elisa Gamboa Buitrón, el presidente municipal, construyó la sociedad civil “Gambui y Asociados, S.C” el 28 de marzo 2016, y se afirmaba que Zetina se había apropiado de 5 predios a su propio nombre, de su suegra Emeteria Buitrón Hernández y de su madre Guadalupe Aguiluz Tillet por un valor de 73 millones 500.000 pesos y que el presidente había aprovechado y abusado de su investidura como presidente municipal, para apropiarse y facilitar la venta ilegal de terrenos situados a la orilla de la laguna de los siete colores.
Una de las acusaciones más recurrentes es la adjudicación de obras sin licitación y los sobreprecios de las obras. El director de obras públicas es el sobrino de Javier Padilla, Emilio Contreras Padilla; y la titular de la unidad de transparencia es Samanta Buitrón Waight familiar de su esposa. Se señala que se beneficiaron empresas fantasmas, como Terracerías y Construcciones Crisol S.A de CV y Rolando Madrazo Cruz (Sol de Quintana Roo); que José Luis Sánchez Chau, pareja actual de la madre del alcalde, es uno de sus constructores predilectos (Grupo Pirámide), así como lo es Pedro Celestino Caamal Balam (La Verdad). La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) señaló que el alcalde había marginado a las empresas afiliadas a ellas de los contratos, desde el 2018, cuando empezó su segundo periodo. Por otra parte, son varias las mantas que han aparecido amenazando al alcalde. La más conocida fue la de abril del 2019 y que concluía de esta forma: “Ahora no me contestas culero necesito mi dinero de vuelta. Por puto y corrupto tu cabeza en juego junto la de tu familia, Culero”.
Perro, sí come perro. El ataque fue brutal, pero la información no ha sido hasta la fecha desmentida de forma convincente y ha causado un gran escándalo público en Bacalar. En los medios se ha manejado que Alexander Zetina es un cacique, y trabaja solo, con un grupo muy pequeño. Se afirma que es muy soberbio y que tiene un estilo autoritario y centralista de gobierno.
¿Cómo va influir esta situación en el próximo proceso electoral? La guerra abierta va a continuar. Ninguno de los dos grupos de poder debería llegar a competir. Forman parte de una clase política tradicional muy corrupta. Sin embargo, los intereses, los pactos y las componendas se imponen en el juego político. Tendremos que esperar y ver.
2 Comments
alli en bacalar si son buenos ladrones
Es una lástima la verdad…pero así es… hay que cambiarlo
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