Presión política y contradicciones causan la detención de Héctor Valdez
Carlos Barrachina Lisón
8 de diciembre 2020
Héctor Valdez, el periodista de Tulum, que se presentó en la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador el 17 de mayo del año pasado, señalando que temía por su vida; fue vinculado a proceso el pasado viernes 4 de diciembre acusado de violación.
Las presiones políticas, a pesar de las constantes contradicciones presentadas por Thalia Pompa Mendoza llevaron a que finalmente el día 30 de noviembre, el periodista fuera detenido e ingresara en prisión, en donde tendrá que esperar la evolución de su proceso judicial. Son muchas las preguntas que llevan a sostener la hipótesis de una intervención política en un caso que no se sostiene se mire por donde se mire.
¿A qué se debe que el día 21 de octubre su caso cambiara de fiscalía? Ese día la Fiscalía de Investigación de Delitos Sexuales, Coordinación Territorial FDS-3. Unidad FDS-301; tuvo que remitir el expediente 000460-PGJDF-FDS-FDS-6-43-2019; y la carpeta de investigación CI-FD/FDS-6/UI-FDS-6-02/01115/09-2019; a la fiscalía dedicada a los mismos temas FDS-5. Unidad FDS-5-04. Curiosamente todo se aceleró y el 27 de noviembre se liberaba la orden de aprensión por parte de Agustín Moreno Gaspar, Juez de Control del Sistema Penal Acusatorio de la Ciudad de México en contra del periodista y el 30 de noviembre a las seis de la tarde la policía de investigación lo detenía en su domicilio.
¿Por qué Thalia dio una dirección incorrecta en la fiscalía en sus declaraciones del 11 y 12 de septiembre del 2019, no pudiendo los agentes remitir un documento de apercibimiento al periodista, ni comentarle que había sido denunciado? Tanto Héctor Valdez, como los empleados del edificio señalaron que la denunciante siguió durmiendo, entrando y saliendo del domicilio hasta el 24 de septiembre ¿Por qué trató Thalia que la señora de la limpieza del edificio Idelfonsa Valdez Miranda hiciese una declaración falsa? ¿Cómo se justifica el que se afirmara que la llegada al domicilio de Héctor había sido tres semanas antes del 11 de septiembre, en razón de que “William”, el amigo que le daba hospedaje en un domicilio indeterminado del Ajusco, se había ido a Inglaterra? Según Valdez, y los porteros del edificio desde el día de la mudanza al departamento a principios de junio, ésta tenía llaves del domicilio, y entraba y salía a su criterio; y según, cuando tenía problemas con su amigo iba y venía. Además “William”, no se fue a Inglaterra, sino a Chiapas, y su fecha de partida, según él mismo declaró, fue el 8 de septiembre. En su declaración presentada el 25 de septiembre, afirmó que Thalia se fue a vivir de forma definitiva con Héctor por haber encontrado una escuela para su hijo. ¿Por qué declara Thalia que no tiene problemas de adicciones y sin embargo el abogado del periodista, Nestor Troncoso solicita que se realice una “prueba antidoping de orina, sangre y saliva; a fin de que se determine si la denunciante hace uso de sustancias químicas, ya sean drogas ilegales o medicamentos contralados”; y concluye que todo se trata de “una mentira mal estructurada” en su escrito inicial de defensa del día 15 de octubre del 2019?
¿A qué se debe el hecho de que a pesar de que la fiscalía hubiera tratado de localizar en diferentes ocasiones a Thalia, ésta hubiera dado una dirección incorrecta y que no respondiera su celular para comunicar la dirección real en la que supuestamente ocurrió la violación? o que de repente el 23 de septiembre la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, a través de la Dirección General de Quejas y Orientación, demandara las medidas precautorias en contra de Valdez, ofreciéndose por primera vez la dirección correcta en donde se debía encontrar al periodista. ¿Por qué señala Thalía, a través de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que no se le brindó ninguna medida de protección por parte del personal de la agencia especializada de investigación de Delitos Sexuales FDS-6?
El día 24 de septiembre, Héctor Valdez fue comunicado y apercibido en calidad de imputado para que “se abstenga de realizar conductas intimidantes o de molestia al ofendido”, y el día 26 Thalia regresa al departamento, acompañada por la autoridad para recoger sus pertenencias (en ese momento se le regresaron las llaves del domicilio a Héctor).
La sorpresa que manifiesta Héctor Valdez en su declaración de 15 de octubre, que refuerza la idea de una conspiración política, es que apenas diez minutos después de recibir el apercibimiento, el 24 de septiembre, recibió un mensaje de Fabiola Cortez, una conocida periodista quintanarroense, preguntándole por la denuncia penal por violación. A partir de ese momento señala Valdez que empezaron a publicarse notas en medios de comunicación, que continuaron, señala a petición del gobierno de Quintana Roo.
Efectivamente, al día siguiente Fabiola Cortez publicaba en el portal del “oficialista” Pedro Canché la columna: “Denuncian por violación a Héctor Valdez, el reportero de Tulum que se hizo famoso en la “mañanera””. En ese escrito, la abogada, activista y periodista, afín al gobierno de Carlos Joaquín González, no tuvo el cuidado de corroborar su información y filtró información interesada y falsa.
De acuerdo con el oficio de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, señaló que Thalia había sido maltratada en la fiscalía. Por una parte, afirma, “La víctima, decidió hacer público el caso ocurrido el 10 de septiembre luego de que la Fiscalía de la Ciudad de México ha minimizado su denuncia y ha recibido un trato vejatorio y denigrante por las propias autoridades ministeriales, además de que ha recibido amenazas del reportero Héctor Valdez”. Por otra, afirma, “durante 12 horas estuvo sometida a exámenes médicos y psicológicos, así como a diversas entrevistas, todo en presencia de su hijo de cuatro años, a quien llevó consigo por no tener quién lo cuidara, y en la Fiscalía tampoco le proveyeron la ayuda para evitar que el pequeño viera y escuchara lo que estaba sucediendo”.
Ya se ha explicado cómo Thalia, se desapareció, no facilitó información correcta, y regresó de la mano de la Comisión de Derechos Humanos, lo que explica la supuesta falta de “seguimiento”.
Lo hay que concretar para no incurrir en errores e injusticias son los tiempos.
La agente del ministerio público Sandra Flores Carrasco inició sus acciones, a las 15.57 minutos. A las 16.10 horas se solicitó una asesora jurídica en la Dirección General de Víctimas, presentándose a las 16.20 Adriana Meneses. En ese momento inició la primera declaración, que concluyó a las 17.15. A las 18.00 horas en el consultorio médico se le realizó el examen sanitario completo, concluyendo el mismo a las 18.40. A continuación se solicitó continuar con la valoración psicológica Sin embargo, a las 19.31 la demandante manifestó, según Vanessa Poleth Carreño Martínez “que no deseaba realizarla en ese momento por tener a su hijo pequeño en la sala de espera y ser el horario para dormir de éste, por lo que se le brindó el formato de no aceptación de la evaluación psicológica, donde de puño y letra plasmó falta de tiempo, mi hijo debe ir a dormir, me comprometo rotundamente a presentar mi valoración psicológica a las 9.30 am (SIC)”.
Al día siguiente por la mañana el policía de investigación encargado señaló que no había podido entregar el apercibimiento porque la dirección no existía. Entre las 14.00 y las 15.40 horas de ese 12 de septiembre Thalia atendió su evaluación psicológica, y ante los cuestionamientos sobre la certeza del domicilio, señaló el jefe del grupo de policía: “al encontrarse en el interior de esta fiscalía de delitos sexuales no fue su deseo quedarse en dicha fiscalía, toda vez que manifestó que había dejado a su hijo encargado y que tenía que ir a recogerlo, por tal motivo no tenía el tiempo de realizar el recorrido para ubicar el lugar de los hechos”.
Fabiola Cortez no corroboró la información y se limitó a alimentar las falsedades vertidas. Thalia nunca estuvo 12 horas seguidas en las instalaciones de la fiscalía, y su hijo no estuvo presente en ninguno de los ejercicios que conlleva el procedimiento, ya que el primer día quedó en la sala de espera, atendido por personal de la fiscalía y el segundo lo dejó al cuidado de otra persona.
Curiosamente Fabiola Cortez ha lanzado una acusación en estos días en contra del gobernador de Quintana Roo, y su esposa; que sorpresivamente ha sido respondida el 7 de diciembre en un tweet por el mismo mandatario exigiendo pruebas y reservándose las acciones legales que pudieran proceder. ¿Está tratando la periodista y activista mostrar un alejamiento del gobernador, justo en este momento? ¿Está apoyándole el gobernador con esta respuesta tan poco habitual en su persona?
¿Cuál es la versión de los hechos de Héctor Valdez? En su opinión, manifestada en su declaración del 15 de octubre del 2019, desde el 7 de junio Thalia ya se había acercado a él y tras acompañarle en la mudanza de hotel que el mecanismo de protección le había facilitado, al departamento en el que le ubicaron, ésta tenía llaves del departamento y entraba y salía libremente: “para mediados de junio la señora entraba y salía de mi domicilio, quedándose la mayor parte del tiempo junto a su menor hijo de 4 años, justamente este niño fue el motivo principal de que yo había decidido permitirle una estancia temporal dado que me dijo que su novio permanecía drogado y no se preocupaba por su falta de alimentos o por su situación económica y que constituía un riesgo para su menor hijo”. Según Valdéz, Thalia tomaba mucho y ello le incomodaba por lo que “el pasado 10 de septiembre de 2019, de manera por completo inesperada luego de pedirle una vez más que regresara con su novio o que viera la manera de desalojar el departamento en el que resido, la señora Thalia Pompa Mendoza tomó una actitud desconcertante pues me dijo que no se iba a salir en los próximos dos o tres meses pues tenía la intención de regresar a Tulum pero que eso sería hasta noviembre o diciembre” (según un informe de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, de 20 de febrero del 2020, el 20 de noviembre del 2019 se recibió una llamada de Pompa Mendoza, por la que señalaba que había decidido regresar a Tulum).
Concluyendo, Valdez afirmó que “de pronto sin más me djo que podría armarme un escándalo y acusarme de hostigamiento o incluso violación sexual”. Thalia siguió en el departamento, incluso cuando dos amigos de Héctor llegaron al mismo entre el sábado 14 y el 25 de septiembre: “El 16 de septiembre pasadas las 2 de la tarde cuando la señora luego de llegar con su niño después de la escuela se acercó a la recámara a platicar conmigo en lo que dijo era “su último intento de negociación” y me dijo que ella no haría ningún escándalo si yo le permitiera quedarse al menos hasta noviembre y también me dijo que si ella tuviera lo necesario para los pasajes de avión, unos 10.000 pesos para poner un pequeño negocio y otros 6 para gastos ella podría regresarse a Tulum sin hacer ya ningún problema”.
En relación a este caso, la conocida activista Irinea Buendía, ha tenido que desmarcarse de un intento de manipulación política al firmar en su página de Facebook: “Por medio de este comunicado, quiero aclarar que yo no estoy apoyando, a ninguna persona de Tulum, Quintana roo, porque ninguna víctima de violencia, se ha puesto en contacto conmigo y no quiero que utilicen mi nombre, cuando no es verdad”
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