El senador de MORENA por Quintana Roo ha perdido cualquier oportunidad que hubiera tenido en competir por la gobernatura. No será candidato por Solidaridad, y está tratando de recuperar protagonismo operando políticamente en el sur de Quintana Roo. Todos sabemos que Pech únicamente se mueve por sus intereses personales. Sus acciones interesadas, su mezquindad y soberbia le han generado quedarse solo, y éstas son las principales razones por las que MORENA no ha consolidado sus estructuras en Quintana Roo.
Los mensajes que está impulsando en las redes sociales, hablando en contra de la corrupción de sus compañeros morenistas son ridículos. Achaca sin ningún pudor a la mafia del poder, y a los gobiernos pasados -a los que él perteneció con singular entusiasmo- las causas de todos los males. Si ello es así, ¿qué hace en MORENA alguien con su pasado? Lo comenté en alguna columna anterior, que Pech no era una persona de izquierdas. Sus alucinaciones intelectuales, y su asociación con izquierdistas de caricatura y cartera de derechas como Rivelino Valdivia y Hernán Villatoro Barrios confirman el cinismo, y la simulación de estos políticos profesionales-tradicionales, que no tienen ninguna intención de servir al pueblo, sino de acumular poder y dinero.
Pech y Rivelino Valdivia son responsables del desmadre que existe en MORENA en Bacalar; y en lugar de crear equipos y estructuras provocaron con mentiras y ataques personales que líderes como Miguel Angel Ferral, Maria Luisa Peláez Barquet, Tania Casa Madrid Alfaro, Adolfo Alberto Castañeda, Yadira García Perdomo, Miguel Ángel Villasís Hernández, Ramiro Medina o Jorge Villanueva Caamal tuvieran graves problemas con esa dirigencia morenista, y fueran acusados de una forma u otra de traicionar a la 4T. ¿Quién son los verdaderos traidores?
¿Quién es Rivelino Valdivia Vilaseca? Siendo regidor de Othón P. Blanco, en el año 2011, en el trienio de Carlos Marío Villanueva, fue acusado por estupro y sustracción de menor por la mamá de una menor de 16 años que se consideró agraviada. Ello se reflejó en la averiguación previa NIC-049/2011, que llegó a los juzgados penales, bajo la causa 263/2011 del Juzgado segundo penal de primera instancia del distrito judicial de Chetumal, por el “delito de estupro y retención y sustracción de personas menores de edad o que no tengan capacidad para comprender el significado del hecho”. Según Daniel Ramos, que publicó en Tiempos de Quintana Roo, gracias al tráfico de influencias esta denuncia quedó impune.
Acabada su encomienda regresó a Bacalar en Jeep de agencia, que llamó la atención a sus compañeros de partido, y asumió una nueva regiduría en Bacalar. En esos momentos ya había remodelado, con financiamiento federal un edificio en donde se encontraba la escuela de computación ITESI, que se encontraba frente al Colegio de Bachilleres de Bacalar, y que desde esa administración de José Alfredo Contreras el Chepe, en la que Valdivia era regidor, hasta la fecha, ha rentado al municipio a precio de mercado, para la habilitación del edificio de oficinas en donde se encuentran los regidores municipales.
A pesar de representar a un partido político de izquierdas, que se presentaba como oposición política, no tuvo reparos ni conflictos en hacer negocios tanto con Chepe, como con Alexander Zetina, y éstos le corrieron la cortesía de mantener las instalaciones municipales en un predio de su propiedad.
Unos meses después de que Mauricio Morales Beiza asumiera la regiduría en 2016, Rivelino abandonó el PT e ingresó en MORENA. Su cercanía con José Luis Pech, le “hinchó como sapo”, según los conocedores; y a partir de este momento inició una política de divisionismo y chismes que acabó forzando la salida o el ostracismo de los principales líderes de MORENA, que se habían ido sumando al proyecto de la 4T. La gota que colmó el vaso fue cuando sumó a su equipo a Sahirely Dzib Cas, a la que por nepotismo, según integrantes de MORENA, nombró coordinadora de campaña, sin ningún tipo de experiencia, y candidata a síndico municipal en el 2018.
Uno de los momentos más vergonzosos de esta historia, fue cuando se “agarró” en redes sociales con Adolfo Alberto Castañeda, en el mes de noviembre del 2018. Castañeda le reclamaba por no convocarlo a las reuniones de MORENA, afirmando “Es inaudito el actuar del compañero Rivelino Valdivia que sin una pizca de vergüenza demuestra como utiliza a la gente, como los que le apoyaron en su campaña y que gracias a ellos es regidor, hoy los vea como amenaza a sus intereses personales”. El regidor contestó textualmente: “Es que me avergüenzo de ti malandro Cncista defraudador de campesinos como estos”, o “Ahí me dí cuenta lo mierda que heras priista arrepentido” y “Qué pagaste? Analfabeta jodido” (sic). En ese momento da la impresión que Valdivia se envalentona y afirma “Voy para allá”… para a continuación afirmar “Calma” y Castañeda le responde “y no te preocupes claro que voy a ir a casa morena porque mis derechos ni tú ni nadien me los pueden quitar yo solo hice una pregunta, porqué no somos convocados” (sic). Yadira Perdomo intervino en la discusión afirmando que Rivelino “les tenía miedo y que era su modus operando ir mintiendo a la gente”. Un espontáneo interviene y le señala a Valdivia: “Rivelino Valdivia no chingues tú eres regidor y ni bachillerato tienes… el analfabeta eres tú”. El debate continúa a lo largo de varias páginas de mensajes, que fueron borrados por Rivelino Valdivia, pero de los cuales este comentarista tiene 10 páginas de captura de pantalla. Castañeda concluye con dos mensajes contundentes: “Rivelino Valdivia tu llenas mentido a cada momento a la sociedad eres un vividor de la siciedad ostentando te en la izquierda” y “Rivelino Valdivia amigo yo puedo caminar con la cara en alto ante la sociedad y de lo que tú hoy dices yo sí puedo demostrar con papelitos y por eso yo no tengo ninguna demanda como tú. Qué sólo de palabra dices ya lo arregle” (sic).
Da la impresión que el regidor Rivelino Valdivia acostumbra agarrarse en redes con las personas que lo contradicen, o que le señalan sus verdades. Eso es claramente impropio en un representante popular, y denota un carácter inestable y autoritario.
¿Éstos son los dirigentes que deben conducir al país una cuarta transformación? ¿Todavía no entendemos por qué no se consolidan las estructuras partidarias morenistas en Quintana Roo?
José Luis Pech, conoce todas estas historias. Hubo una época en que confié en él, y pensé que me encontraba frente a un caballero. Hoy reconozco mi error mayúsculo. Nos encontramos frente a un político tradicional, que mira hacia otro lado cuando le interesa, y que se rasga las vestiduras de forma farisaica para engañar a la gente.
Sé que me advirtieron, pero soy un ingenuo sin remedio. ¡Qué tristeza me provoca escribir estas líneas!
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