En Bacalar no había alternativa. Era el PRI de siempre contra el PRI de siempre.
La compra de votos, y de conciencias ha sido impresionante.La izquierda de verdad debe reflexionar sobre la moralidad de sus candidatos.
La derrota de Trinidad Guillen es una oportunidad para hacerlo con calma y pensar.Si quieren apoyar la 4T no se deben simular banderas, se deben impulsar políticas que resuelvan los problemas de la gente.
Me decepciona profundamente los que se amarran a una bandera y no piensan, porque pareciera que sólo buscan hueso.
La elección de Yensunni y de Anahí por otra parte va a poner a prueba si es cierto que los colores son más importantes que la representación local.
Nos conviene que lo hagan bien, y si lo hacen tienen un gran futuro político por delante. No están manchadas por la corrupción, son de «izquierdas» y tienen la oportunidad que pocos tienen de servir a la gente. Veremos si en verdad se lo proponen y lo pueden lograr.
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