Reflexiones sobre la campaña

18 de abril 2016

Buena parte de los activistas y de los candidatos polìticos se encuentran estos días en las calles platicando con la gente. Mostrando músculo. Ya lo dije en otra ocasión: esta campaña en Quintana Roo se va a ganar especialmente en las redes sociales y en las colonias.

En estas horas de la noche los protagonistas de la jornada están cansados y más allá de compartir fotografías en face, las fuerzas no dan para mucho más. Es comprensible y especialmente para los que ofrecen su tiempo y sus ilusiones de una forma altruista es admirable.

Una de las quejas del pueblo es que los políticos sólo acuden a las calles en período de proceso electoral.

En esta ocasión hay una diferencia. Mientras buena parte de los que acuden a los paseos del PRI trabajan y reciben salario de la administración pública; los que acompañan a candidatos de UNE son ciudadanos que esperan que las cosas cambien y no reciben incentivo económico. Uno podría argumentar que esperan algo a cambio si su candidato alcanza la victoria, sin embargo la persistencia de la gente sugiere que hay algo más. Sin llegar a ser una revolución social, sin embargo las ganas de cambio en la población de Quintana Roo es grande, y eso se nota en la gente que acompaña a los candidatos dìa a dìa, y en la forma en que son recibidos por la comunidad.

Me sorprende y me gusta escuchar entre mis amigos que leen mis comentarios y que en muchas de las columnas señalo lo que mucha gente piensa, pero no se atreve a decir. Me comentan que no expresan su opinión, ni acuden a las calles por miedo a las represalias; pero que en las estructuras de gobierno hay mucho miedo por parte de los jefes, y esperanza por parte de los subordinados (un deseo de cambio silencioso). Me comentan que el aparato tiene más miedo a la derrota de Arlet, que a la de Mauricio, aunque a mí me parece que Carlos Joaquin es un candidato muy sólido del que deberían preocuparse mucho los que están en el poder.

Les he de confesar que en mi inocencia y falta de conocimiento de la realidad polìtica mexicana; hace unos años señalé que el fraude se daba especialmente en la selección de los candidatos a lo interno de los partidos; pero que era muy difìcil que con las reformas y la cantidad de recursos invertidos por el IFE pudiera darse fraude el dìa de la elección.

Hoy me desmiento y corrijo mi ignorancia: el miedo que tengo a mediados de abril del 2016 es que el aparato priista no respete la voluntad popular. No creo que existan garantías para blindar el proceso electoral y esto es dramático.

Platiqué esta mañana con un amigo priista que no se encuentra en el estado. Le manifesté que me había mostrado públicamente a favor de Carlos Joaquín. Supongo que sonrió porque conoce bien la situación política de Quintana Roo y apoya mi juicio y criterio. Avanzada la conversación me soltó: Carlos Joaquin ganará la mayoría del voto, pero las estructuras no le dejaran triunfar el día de la elección.

Hay que seguir generando ideas y alimentar a los caminantes; hay que salir a las calles y lograr que se rompa el miedo, pero sobretodo hemos de blindar el proceso electoral.

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