El estilo de liderazgo de Carlos Joaquín González y de Luis Torres Llanes.

10 de mayo de 2016.

Al inicio de la campaña tenía alguna referencia de Carlos Joaquín, y ninguna de Luis Torres. Decidí apoyarlos porque en mi opinión Quintana Roo necesitaba un cambio de rumbo, y este «calambre eléctrico» sólo podía venir con una acción que pusiera a temblar a la clase política. En ese momento, no sabía que dos personas a las que respeto mucho se iban a posicionar con Carlos Joaquín, y me alegro mucho de haberlos encontrado de nuevo en el camino: Manuel Alamilla y Pepe González.

Al día de hoy baso mi opinión en la imagen pública de Carlos Joaquín. A estas alturas nunca hemos hablado personalmente, pero sí lo he observado mucho, y tengo amigos confiables que me han dado detalles que me permiten crearme una imagen. Con Luis Torres el contacto ha sido más estrecho. Sí hemos hablado; le he acompañado muy frecuentemente en las caminatas, le he visto tratar con la gente, y le he mirado a los ojos. La imagen que tengo sobre su persona y su estilo puede ser bastante precisa.

Creo que los dos van a ser electos porque el deseo de cambio es grande, y porque no sólo son buenos candidatos, sino las personas que se necesitan en este momento para tratar de enderezar el rumbo, tanto del estado, como de la ciudad. Por eso me voy a permitir reflejar cual es mi imagen sobre los mismos el día de hoy.

Carlos Joaquín González es un técnico muy profesional. Educado para gobernar, está bien preparado, y va a querer rodearse de personas que le den resultados. Conocedor del mundo de lo público, sabe que «hacer» campaña es básico, pero no es un populista. Es un tímido inteligente y responsable que se supera, y que ha llegado en el momento justo para hacer lo que sabe hacer: presentar propuestas y gobernar en un momento difícil. Sabe que debe crear alianzas políticas, porque no tiene otra opción, pero desconfía de la «vieja política». Va a ser un gobernante exigente y ejecutivo. Va a preferir los depachos a la calle, y se va a dejar el alma trabajando por el bien de los demás. Los lambiscones, y los que se arriman buscando privilegios, aún de forma inconsciente, van a llevarse una gran decepción. En mi opinión éste es el gobernante que requiere Quintana Roo este momento.

Luis Torres Llanes es un chetumaleño clásico. Tranquilo, observador, bien intencionado; conocedor de cómo se opera en los interiores del sistema tradicional. Ha sido disciplinado durante toda su carrera política, hasta que ha dicho: «basta ya». Le gusta el contacto con la gente. pero tampoco es un  populista, ni maneja un discurso «barroco». Es una persona seria que transmite seguridad y confianza en su mensaje, pero no es ni pretende ser un orador, de los que les gusta escucharse a sí mismo.

Imagino que va a estar más en la calle que en los despachos, y que se va a rodear de gente de «confianza». Le va a tocar gestionar una situación sumamente difícil, con las arcas vacías; pero se va a esforzar en desmontar redes corruptas, haciendo de ello una de las identidades de su gestión, y en hacer lo crea que deba hacer para mejorar las condiciones del municipio.

Va a ser leal con el Gobernador; y va a exigir lealtad entre sus colaboradores; se va a dejar aconsejar, pero finalmente va a tomar sus decisiones de forma personal y las va a mantener con firmeza. También estoy convencido que es la persona adecuada para la situación actual de Chetumal.

En este escenario creo que en los próximos años se va a privilegiar el trabajo sobre la frivolidad; el profesionalismo sobre la apariencia, y la capacidad sobre las amistades personales.

Quizás algunas personas se sientan decepcionadas, pero si no me equivoco, vamos a entrar en un escenario político mucho más impersonal y eso va a ser positivo para el futuro de todos.

Add Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *