11 de marzo 2017
El maestro Jorge González Durán considera una falta de respeto hacia la persona de Juan José Morales, Premio Nacional a la Divulgación de la Ciencia y ex director de la Casa de la Cultura de Cancún, fallecido el pasado mes de febrero, el que se quiera organizar en el Congreso del Estado un homenaje a su figura. González Durán afirma categórico y en mayúsculas: “JUAN JOSÉ RECHAZARÍA DE INMEDIATO ESA ABSURDA PRETENSIÓN. JUAN SIEMPRE DENUNCIÓ EL OSCURANTISMO Y LA CHARLATANERÍA”.
Aprovecho esta afirmación para reflexionar sobre la frustración social que existe frente a la falta de cambios políticos, tanto en Quintana Roo, como en México. Un estado mental que se explica en el hartazgo hacia las prácticas tradicionales de hacer política, que bien pudieran definirse como oscurantistas y charlatanas. Esas prácticas, y la falta de reacción institucional hacia la misma, es lo que está agravando la severa crisis de legitimidad tanto de la clase política, como del modelo de partidos mexicanos.
Quintana Roo votó por un cambio político que se quería comprender como una nueva forma de hacer política. Sectores marginados del priismo local, aliados con un panismo y perredismo estatal marginales, y encabezados por Carlos Joaquín González, presentaron una opción política que hizo vibrar a buena parte de la sociedad, porque lo que prometía era una nueva forma de hacer las cosas. Sin embargo, hasta la fecha, no han sabido hacerlo. Y todo indica que no tienen voluntad siquiera de intentarlo.
Las actitudes de Martínez Arcila, reflejan para González Durán, y para muchos, esos modos tradicionales que no deben repetirse. El desgobierno de Carlos Joaquín González, su terquedad para no rectificar y enrocarse tras los grupos de interés que lo cobijan, cómo si éstos lo fueran a proteger de la realidad, es otra muestra de la continuidad en las formas de acción política. Evidencian no sólo falta de voluntad de cambio, sino incluso incompetencia profesional. En mi opinión, es muy probable que ni unos, ni otros entiendan lo que está pasando. Me da la impresión que sinceramente piensan que la gente no les comprende, y que cualquier crítica está fundada en el interés. Aunque ello no sea cierto, tampoco les vamos a convencer de lo contrario.
En el 2018, es muy probable que MORENA tenga un resultado electoral muy beneficioso para sus intereses. Lo he manifestado en diferentes ocasiones: no creo en López Obrador, y pienso que es un actor más de la clase política tradicional. Sin embargo, es lícito que la ciudadanía siga buscando una alternativa que modifique las formas actuales de hacer política. ¿Qué vendrá después’? Quién sabe. Ojalá y este comentarista esté equivocado y por fin un cambio político positivo se instale en México, y se hagan las cosas de una forma diferente.
Mientras tanto el pesimismo y la falta de paciencia se instala en la mayoría de los ciudadanos conscientes. La ciudadanía no quiere “golpes de efecto”, no busca que le engañen, ni que le den atole con el dedo. Quiere inteligencia, humildad, y servidores públicos reales. El despropósito político, encuentra su imagen en Cancún, en donde pareciera que la gestión de los delitos, en lugar de manejarse con “inteligencia”, y con acciones quirúrgicas focalizadas, se está manejando a punta de pistola, como en el “far west”. A madrazos y plomazos, mostrando lo “macho” por delante; sin considerarse el daño que le hacen al destino turístico, tanto en la imagen, como en su futuro económico.
Add Comment