Manuel Ek.
23 febrero 2013
Me gustaría conocer el curriculum de Soumaya Esbelle Amar Salazar, nueva encargada del programa Oportunidades en la SEDESOL de Quintana Roo.
Digo que me gustaría conocer su hoja de vida, porque no quiero ser injusto con ella por prejuicios que pueda yo tener ante la apariencia física de las personas. En el caso de tener un perfil que la avale su nombramiento debería señalar con respeto mi alegría porque una mujer joven adquiera semejante responsabilidad.
Sin embargo por la imagen que transmite, y los comentarios que se leen sobre los apoyos gubernamentales que recibía para estudiar, la verdad es que no puedo más que desconfiar.
Creo que cada día en mayor medida no se están entendiendo las políticas sociales en el estado de Quintana Roo. Las políticas sociales no tienen que ver con la «caridad», y así se entiende tanto el accionar del DIF en diferentes instancias, como los programas de «Basura por Alimentos » y otros similares.
La caridad gubernamental tiene un olor viejo, de armario sin abrir. La gente «bonita», que vive bien, que recibe de verdad apoyo del estado, se «apiada» de los desamparados, que no son ciudadanos, sino «desgraciados» con credencial de elector, y les regala unos dulces, su sonrisa y su misericordia.
De momento Amar Salazar me da la impresión de ser una dama de alta sociedad, muy bonita y linda. Estoy convencido que por lo que aparenta podríamos disfrutar de una conversación, y de un buen vino.
Sin embargo esta imagen me parece una falta de respeto tanto para las «mujeres» que se dedican a servir al pueblo, o a desempeñarse sin frivolidades en el mundo laboral real.
También me parece una política gubernamental equivocada. Creo que la «gente bonita» de Quintana Roo no entiende lo que es una política social. Se encuentra demasiado alejada de la gente, y tiene otras prioridades de «sangre azul», que recuerden es por otra parte del color del whiskey del sobrino de Felix González Canto.
Ojalá me equivoque y nos presenten una experiencia, o un perfil político profesional y competente que avale su nombramiento.
El hecho de que haya sido tan noticioso que el gobernador por fin pudo colocar a una persona cercana a su círculo como delegado federal, en este caso en la SEDESOL, debería hacer que el cuestionado gobernante fuera más prudente. Pero ni modos, no parece que aprenda. Si «gaviotas» revolotean por el cielo de ciudad de México, porqué no seguir con la política de siempre. En mi opinión eso es un error. Lamentablemente no hay nadie que en Quintana Roo levante la voz y construya opciones políticas serias que respeten al ciudadano. La clase política está consumida en luchas fraticidas, y preocupada únicamente por su bienestar personal.
Lo dicho: ojalá esté en un error. AMEN
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