¿Por qué no ganó Trinidad Guillén en Bacalar?

La coalición “Juntos Haremos Historia” ganó con amplia diferencia el distrito II federal de Quintana Roo, que corresponde al centro y el sur de la entidad, así como también tres de los cuatro municipios que lo integran (Othón P. Blanco, José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto).

La participación en esta elección fue de un 52.67%.A pesar de la derrota de Trinidad Guillén en Bacalar, frente a José Alfredo Contreras; el arrastre de la cuarta transformación fue muy fuerte en este municipio ya que la candidata morenista Anahí González se impuso, con 9,274 votos, sobre José Alberto Alonso Ovando que obtuvo 7,233 en la contienda federal.

¿Qué explica entonces la derrota de la candidata del Partido del Trabajo en la contienda por la presidencia municipal? “Juntos Haremos Historia”, con una participación muy elevada en la elección en Bacalar de un 59.85% de la lista nominal, perdió 1,727 votos entre la contienda federal y la local. El Chepe Contreras incrementó en 1,432 votos, los que consiguió Alonso Ovando, sumando un total de 8,665 sufragios; mientras que Trinidad Guillén se quedó con 7,547 votos finales.

La campaña fue intensa, sin grandes movilizaciones a lo largo de las diferentes jornadas, pero con una intensa movilización tanto en redes sociales, como de trabajo con los liderazgos locales. Como en muchas elecciones, la elección se decidió el día D; y especialmente en la zona rural, las viejas estructuras priistas que operaron para las dos coaliciones, compraron el voto, y lograron, por unos u otros motivos, que la gente saliera a votar de forma masiva. En esta campaña se superaron con mucho los límites de campaña señalados por el IEQROO.

La falta de encuestas confiables provocó una tensión importante. Ciertamente no hay grandes diferencias ideológicas entre Contreras y Guillén. Uno fue presidente municipal y diputado local con el PRI; la otra fue delegada de Roberto Borge Angulo en Bacalar y regidora tanto con el PRI, como con el PES, y es un elemento importante del grupo político que encabeza el histórico líder del ejido Aaron Merino Fernández, Juan Manuel Herrera. Sobre los dos existen señalamientos importantes de corrupción y una gran percepción pública de falta de honestidad. Los dos representan la vieja clase política, que la gente repudió, y que impulsaron políticamente en Quintana Roo la elección tanto de Carlos Joaquín González, como del propio Andrés Manuel López Obrador.

¿Si ello es así, por qué la gente salió a votar en una proporción tan elevada? Si todos son los mismos, ¿cuál es la razón por lo que tantos ciudadanos compraron la idea de que Trinidad Guillén es una política de izquierda que quiere impulsar la cuarta transformación de México? En la pregunta está implícita la respuesta sobre su derrota. Hubo un número importante de ciudadanos que no compraron la idea de que el PT estuviera presentando a una política de izquierdas confiable; y de ello se deriva que Guillén obtuviera casi 2,000 votos menos que Anahí González.

Los principales motivos por los que una persona apoya una opción política son por convencimiento de que el candidato o sus propuestas son oportunas, por el carisma de un líder al que se le tiene una gran confianza, por miedo a perder beneficios, como el trabajo o los apoyos sociales; o por una recompensa económica, como la compra del voto, o la esperanza de encontrar un trabajo en el gobierno.

En esta elección el carisma del presidente Andrés Manuel López Obrador jugó un papel fundamental, tanto en un sentido como en el otro. Anahí González consiguió un apoyo importante, pero también se manifestó el voto anti AMLO, porque los más de 7,000 votos obtenidos por Alonso Ovando no son para nada despreciables. En grado de importancia, en mi opinión, especialmente en la elección municipal, tanto el miedo a perder apoyos federales, como la compra del voto jugaron un papel fundamental en la movilización. No lo hizo tanto el convencimiento de que un candidato era mejor que otro, como lo evidencia lo cerrado de la contienda.

Se ha señalado que una de las posibles causas de la derrota de la coalición Juntos Haremos Historia, en la presidencia municipal, pudiera ser la posición de la líder del PVEM, Tania Casa Madrid Alfaro, que desde el primer minuto afirmó que no podía apoyar por congruencia una candidatura encabezada por una persona con las credenciales morales de Trinidad Guillén. De hecho, la presidenta del PVEM renunció a su posición en la planilla y no hizo campaña por Trinidad Guillén. Sus esfuerzos se concentraron en conseguir el mayor apoyo posible para la candidatura de Anahí González. Sin embargo, ello no fue determinante, porque en la candidatura federal sumó 486 votos verdes a los de MORENA y el PT, y en la municipal 333. La diferencia del resultado entre una elección y la otra no es lo suficientemente significativa para poderse señalar que haya sido relevante.

Lo que llevó a la derrota de Trinidad Guillén fue el recuerdo en muchas comunidades tanto de su falta de palabra en diferentes gestiones, como los problemas que ocasionaron sus acciones en comunidades como Maya Balam. También fue un factor importante su asociación con Juan Manuel Herrera, que para muchos es sinónimo de corrupción. Por otra parte, en algunas comunidades, como en Miguel Hidalgo, existe un buen recuerdo del Chepe, y del trabajo que realizó en la comunidad.

A pesar de estos argumentos, el más importante, es el de la posición de los ciudadanos que tienen memoria y conocimiento tanto de la realidad política de Bacalar, como de sus actores. Dos mil ciudadanos con estas características decidieron seguir apoyando la cuarta transformación impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y no quisieron apoyar a una candidata de la clase política tradicional. Ese es el principal motivo de su derrota electoral.

Add Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *