6 de septiembre 2014
Manuel Ek
Don Jorge Marzuca no es un empresario cualquiera. Es un chetumaleño poderoso de los de antes. Si el gobierno priista no escucha sus propias raíces está difícil el tema. Y sí éste denuncia el inmovilismo gubernamenmtal y la falta de políticas eficaces y el gobierno no puede hacer nada, significa que muy posiblemente Beto Borge no sólo se quede sin apoyos en los Pinos para su sucesión, sino incluso también en el terreno. Y eso no será por luchas entre familias, sino por incapacidad. Eso es lo que va a hacer caer a una generación que sólo por ser jóvenes y «amigos» han ostentando responsabilidades a las que no han sabido corresponder.
El Priísmo no desaparecerá de Quintana Roo porque la oposición tiene los mismos vicios, no tiene calidad entre sus cuadros, y deja sobornar y comprar con una fácilidad sorprendente. Sin embargo si el poder económico manda señales, y el gobierno no responde, los jóvenes priistas que se encuentran en el poder caerán y habrán «quemado» sus posibilidades de consolidar una carrera política, que en algunos casos hubieran podido servir de una forma útil al estado.
A río revuelto ganancia de pescadores. A los Marzuca les gusta la pesca, veremos que pasa.
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