17 de mayo 2016
En esta vida no tenemos la suerte de tener muchos amigos, y León Lizárraga resulta que es uno de mis amigos.
Lo conozco muy bien. Es una persona educada, sensible y responsable. No he hablado con él, de hecho me estoy enterando ahora que él es la persona involucrada en el «accidente» de Tulum, por ello no puedo dejar de señalar su profesionalidad, y de afirmar que estoy convencido de que lo que está señalando es totalmente cierto.
León siempre actúa con responsabilidad, y esta vez seguro que no ha dejado de ser de esta forma.
Que lamentable que se utilicen estos hechos para atacar políticamente en la campaña. Ya pasó con el equipo de Carlos Joaquín, antes de que iniciara la misma (pena ajena para los golpeadores del gobierno).
Esta mañana escuché un pedacito de la malintencionada «información» de David Romero Vara, alias «la culebra», para los iniciados en ésto de la política quintanarroense, pero no sabía que el que manejaba el carro era León.
Sabiendo que es él… de verdad… que tristeza me da el «establishment».
El estado de Quintana Roo no merece esta clase de periodismo… ni este maltrato por parte de los golpeadores que utilizan no sólo a los pobres, sino incluso a los «niños» para lucrarse… y especular.
León Lizarraga es uno de los políticos y profesionales, más honrados y serios de los que tengo el honor de conocer. Superó los controles de control y confianza de la Comisión Nacional de Seguridad para el rango de Director General Adjunto (los más complejos probablemente de acreditar en el país). Cómo me gustaría que se debatiesen ideas en esta campaña. Sé que es mucho pedir que los «golpeadores» del sistema se comporten con profesionalidad, pero de verdad no hagan el ridículo, ni utilicen personas inocentes, como el niño y su familia, para seguir actuando como el «ex gobernador de los pendones». Los ciudadanos nos merecemos algo más de respeto.
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