26 de septiembre 2018
Se sabía desde hace unos días que Jesús Alberto Capella Ibarra iba a ser nombrado Secretario de Seguridad Pública del Estado de Quintana Roo. Algunos han creído ver la mano de Juan de la Luz en este «fichaje»; sin embargo, en mi impresión éste va a venir a fortalecer la figura del Secretario de Gobierno, y a debilitar al grupo «Tepito» que con tanta habilidad dirige el Coordinador del Gabinete de la Administración de Carlos Joaquin González (no sé si ya con nombramiento oficial o sin él… pero tanto da… )
Capella es una importante figura pública nacional y llega poniendo condiciones. El gobierno de Quintana Roo no tiene de otra que consentir al «experto» en Seguridad Pública, y dejarle hacer su trabajo. Una renuncia, o el abandono de éste de las responsabilidades políticas encomendadas sería una «bofetada», que no aguantaría el gobierno del Estado.
Juan de la Luz ha controlado hasta la fecha todos los negocios y recursos relacionados con el Secretariado Ejecutivo Estatal de Seguridad Pública, y en general con la política de Seguridad.
A Capella Ibarra le interesa el reto quintanarroense, y su imagen como gestor en seguridad pública y no permitirá que intereses particulares se le crucen en el camino. Bien visto por los nuevos liderazgos de Seguridad Pública que vienen a gobernar el país, su independencia política pone en serios aprietos al líder del grupo «Tepito».
Dicen que el Secretario de Gobierno Francisco X. López Mena se va a dedicar a manejar los asuntos político-electorales del Estado. Soy de los que piensan que no va a ser sustituido ni por Cristina Torres, ni por ningún otro político (aunque a CJ le gusta ser impredecible y todo puede pasar). No tengamos ninguna duda que de la Luz entiende lo que está pasando, y que no debe estar muy satisfecho. Buena parte del gabinete está molesto por el poder y la relevancia que está tomando. Se señala que es el encargado de reunir, supervisar, conducir y coordinar al gabinete. Que es el encargado de los informes de gobierno, de definir la agenda del gobernador, de decidir quién sí y quién no trabaja en la administración.
El secretario de Gobierno, liberado del tema de la seguridad, se va a poner en función de obtener los mejores resultados posibles en las próximas elecciones, y ello va a molestar mucho al grupo Tepito; que ha estado operando en exclusividad los asuntos electorales, bajo el supuesto argumento de consolidar el «joaquinismo».
Lo verdaderamente cierto es que los «joaquinistas» de a de veras se sienten excluidos de la administración actual, y están muy en desacuerdo en como se están manejando las cosas. Señalan éstos, incluso, que el grupo Tepito se dedicó a boicotear tanto al Gobernador, como a candidatos de la coalición PAN-PRD en la pasada campaña electoral (a los que desacreditaron y destruyeron), apoyando a candidatos de otros partidos con los que pudieran tener negociaciones de colaboración y que éstos, como grupo, se están situando convenientemente para sobrevivir bajo la sombra de MORENA .
Tendremos que ver, en los próximos días, como concluye esta crisis de gobierno. Quién llega y quién se va. Cómo quedan los equilibrios, y cómo se reinventa una administración a la que la sociedad le ha cobrado una factura muy dura en el pasado proceso electoral.
De momento, en mi opinión, López Mena ha ganado un aliado; y los secretarios inquietos un líder que va a poner límites a Juan de la Luz Enríquez, y al que van a poder mirar de reojo con algo de admiración. Tendremos que ver si finalmente es la estructura de López Mena, o la de Tepito, la que maneja el próximo proceso electoral. Una contienda en la que tienen casi todo perdido, pero en la que muchas cosas van a estar en juego.
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