14 de junio de 2020
Los Pérez, los Parra y los Flota están nerviosos. En José María Morelos estas tres familias se han reservado históricamente las posiciones políticas. Pedro Pérez “colocó” a su esposa Sofía Alcocer como presidenta municipal, mientras que él se elegía diputado local. La trajo de Mérida y la rodeó de tiburones para seguir gobernando el municipio. Los resultados no han sido buenos y la gente está decepcionada. Cuando las cuotas de género se utilizan para que los varones sigan mandando, y se usa la idea de la paridad de género para simular, no sólo se engaña a la gente, sino que se muestra que estos políticos no tienen intención de gobernar, sino de enriquecerse y mantener el poder.
Mi amigo Luis Carrillo está poniendo nerviosas a las familias tradicionales porque ha empezado a ayudar a la gente frente a la contingencia del COVID-19, entregando bolsas solidarias de comida en diferentes comunidades. Además, en la emergencia que ocasionaron las lluvias, gestionó que llegaran tres lanchas de Balacar para apoyar a sus amigos ganaderos y rescatar 63 vacas que se hubieran ahogado, si no se hubiera intervenido.
Ni el municipio, ni las familias tradicionales movieron un dedo hasta que Luis Carrillo empezó a ayudar a la gente. Después de ello, todos han llevado sus despensas tradicionales a la gente, y todo el mundo ha salido ganando.
Hace unos días fui a su rancho a pasar el fin de semana. Compartí entonces, con orgullo y mucho gusto, las fotos de su ganado que había triunfado en los premios de animales finos de la feria de Xmatkuil. Me llamó la atención que en uno de los comentarios de alguna persona en facebook, me señalaran que no era causal que subiera la foto de los animales de Luis Carrillo, y que ese mismo fin de semana Luis hubiera entregado chocolomo en un par de comunidades. Señalaron que la intención de Luis era competir por la presidencia municipal.
Yo respondí que no tenía idea, pero que sería muy buena opción. Una persona que ha sido capaz de levantar, con su familia, una empresa como COCOPESA y es capaz de gestionar ranchos, y tener la ambición de ganar trofeos de ganado, tiene el espíritu que se necesita para hacer bien su trabajo como autoridad pública.
Luis Alegre, diputado federal de MORENA, se fijó en el trabajo de Carrillo y le apoyó. Desde hace unos días están colaborando para seguir entregando comida a la gente que se ha visto afectada por la contingencia. Ello ha hecho saltar las alarmas de los políticos de la comarca.
Ya se ha empezado a oir que los “morenos” de Morelos no van a dejar que un empresario “compre una candidatura”, que a ellos les corresponde la misma por fundar la franquicia morenista en la localidad (a pesar de los magros resultados de Domingo Flota en las últimas elecciones). Los Parra ya se han asustado también; amenazaron de correr de su trabajo a una muchacha que colabora con Carrillo Góngora, y ya han empezado a distanciarse de Sofía Alcocer, hablando mal de su gestión, para tener una opción de volver a conservar la presidencia municipal.
Luis Carrillo no ha anunciado si está interesado o no en competir en el proceso electoral. Por mi parte, yo voy a animarlo, porque no es lógico que los mismos se perpetúen en el poder, y que el pueblo siga igual de jodido. Me alegra que Luis Alegre haya reconocido su potencial.
De momento, Carrillo se ha convertido en un referente social, ayudando a sus compañeros ganaderos a salvar el ganado en Santa Gertrudis, y apoyando a la gente con mayores necesidades.
Todavía no son los tiempos, pero ojalá se anime a competir, y en las cúpulas partidarias entiendan el valor que tiene. No me extraña que las élites locales estén nerviosas. Ellos tradicionalmente no sólo han comprado su espacio, sino que se lo han cobrado con ganas, abusando del poder y enriqueciéndose a costa del pueblo.
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