Puerto Morelos y la planeación de Laura Fernández

1 de diciembre 2020

Hace algo más de una semana quise ver el mar en Puerto Morelos, y me metí con el carro hacia el centro histórico. No fue sencillo porque la carretera de acceso tenía unos socavones impresionantes. Un amigo mío tiene barcos, con los que se gana la vida llevando a turistas a pescar. Entre el COVID y las tormentas este año le ha ido como en feria. Me había contado que en uno de los huracanes había tenido que guardar alguno de ellos en el manglar por miedo a que fuera destrozado por la tormenta (por suerte no sufrió afectaciones serias).

Les reconozco que tenía curiosidad. El mes de octubre y parte de noviembre del 2020 ha sido especialmente complicado en este sentido. Primero la tormenta Gamma y luego los huracanes Delta y Zeta, más los frentes fríos han dañado las vialidades del municipio; y el acceso al mar, para un turista despistado, como lo soy yo, es complicado.

Me han contado, que los puntos de acceso al casco antiguo, construidos hace años, no sólo son estrechos, sino que en varios puntos se encuentran por debajo del nivel del mar. Algunos ingenieros han recomendado ampliar la carretera principal y elevarla un poco; sin embargo, es una decisión complicada porque podría afectar al manglar, y quizás sería peor el remedio que la enfermedad. Ahora he leído que hay políticas que pretenden reducir el tránsito vehicular en dirección a la costa, fomentando en el núcleo urbano el desplazamiento en bicicleta o caminando, y ofreciendo alternativas como la construcción de un teleférico que acerque a los visitantes de la carretera federal, en donde podrían estacionar sus vehículos, a la zona costera.

Laura Fernández supervisando tras las huracanes de octubre

Laura Fernández Piña, presidenta municipal de Puerto Morelos, es uno de esos personajes de la política quintanarroense que me llaman poderosamente la atención. Como observador, no me deja indiferente y me genera una gran curiosidad. ¿Cómo ha gestionado el municipio desde su creación, hasta este momento, en el que ya se acercan tiempos de cambio, y en los que no podrá optar a la reelección? ¿Cuál será su futuro político?

No conozco bien la política en Puerto Morelos; pero reconozco con claridad tanto la imagen de cercanía de Laura Fernández con el actual gobernador de Quintana Roo, como recuerdo el desmadre que se organizó en junio de este año, cuando la policía desalojó de forma violenta, a algunos manifestantes que querían impedir la remodelación del parque principal de la ciudad. Ello provocó que la presidenta de Puerto Morelos tuviera que salir en medios y señalar que era inaceptable la represión policial. Supongo que Gumersindo, director de la policía, se debió de llevar una buena reprimenda, por el tono de enojo que tenía la presidenta. Una de las cosas que reclamaban los manifestantes era la necesidad de dialogar las políticas que tuvieran que ver con el desarrollo de la cabecera municipal.

Ello me ha llevado a navegar en la página web del municipio, y a buscar los programas rectores de planeación del municipio. He encontrado un Plan Municipal de Desarrollo para el trienio 2018-2021, publicado en febrero 2019; y el Programa de Desarrollo Urbano 2020, que fue abierto el pasado 20 de noviembre a consulta popular. Los ciudadanos tienen hasta el 15 de diciembre para poder opinar al respecto, y lo pueden hacer a través del correo [email protected]. Posteriormente, éste se someterá a la aprobación del Congreso del Estado, y en su caso regresará al cabildo que lo sancionará de forma definitiva.

Una de las constantes tanto del Plan Municipal del 2019, como del Programa de Desarrollo del 2020 es el llamado formal a la participación ciudadana. Lograr una democracia participativa no es una tarea sencilla, en primer lugar, porque muchos son los intereses de unos y otros; en segundo, porque una mayoría de ciudadanos optan por no expresar sus opiniones, sea por desconfianza, o por falta de voluntad; y en tercero porque en numerosas ocasiones este espacio es aprovechado por oportunistas que sólo buscan hacer ruido, y que realmente tienen poco que aportar o por “representantes” de colectivos que se representan a ellos mismos y a tres personas más. A pesar de ello, si el ejercicio no es una simulación, me parece que tanto la voluntad por organizar consultas, como la participación de los que se presenten y opinen es muy importante, y siempre se pueden mejorar los proyectos.

En cualquier caso, un documento de este tipo es un punto de partida para el debate y la crítica. Y sobre el mismo se pueden definir muchos escenarios futuros, y construir alternativas ciudadanas, que incluso pueden llegar a conformar alternativas políticas. Les confieso que la lectura de este PDU me ha causado envidia. En Chetumal, en Bacalar, en Carrillo Puerto o en José María Morelos, necesitamos urgentemente de instrumentos de este tipo.

Nos guste o no el diagnóstico, y el plan proyectado, es una tarea necesaria el que se realicen, y el que no existan excusas para que se debata entorno a los mismos. Introduce temas en la agenda política que pueden ser discutidas desde una u otra perspectiva. En este caso el PDU de Puerto Morelos es el testamento político de Laura Fernández, como presidenta municipal, pero también muestra una intención de planificación encomiable (desde el punto de vista formal yo les recomendaría que integrasen los efectos de los últimos huracanes, y que hiciesen una nueva revisión de estilo, cuidando en algunas partes del documento los errores de dedo).

Desde este punto de vista, es también una base para el programa de gobierno de la administración que pretenda suceder a Laura Fernández, y una herramienta de debate anticipada para los opositores que pretendan alcanzar la presidencia municipal.

¿Cuáles son los programas más importantes que se anuncian en el PDU? 1. Muelle principal del puerto; 2. Programa de Fomento de Conexión a PTAR del Casco Antiguo; 3. Museo del Puerto; 4. Malecón del Manglar; 5. Accesos Públicos a Playa en el Norte y Sur del Casco Antiguo: 6. Reconversión del muelle fiscal; 7. Teleférico; 8. CETRAM Centro de Transferencia Modal; 9. Palacio municipal; 10. Parque Urbano; 11. Estación del tren maya; 12. Centro de Servicios y Equipamiento Urbano; 13. Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR); 14. Cárcamo de Rebombeo para PTAR; 15. Centro Logístico del Sureste; 16. Panteón Municipal; 17. Jardín de Niños; 18. Escuela Secundaria; 19. Plaza Pública; 20. Centro de Asistencia Social; 21. Mercado; 22. Parque Ecológico; 23. Hospital de Puerto Morelos; 24. Parque Infantil; 25. Parque Deportivo; 26. Parque Urbano; 27. Plaza Cultural; 28. Puente Conexión con Muelle Fiscal; 29. Sitio de Disposición para el Sargazo; 30. Universidad de Quintana Roo; 31. Programa permanente de construcción y mantenimiento de la red.

La presidenta de Puerto Morelos en trabajos de planeación

Quizás son muchos puntos, y cada uno de ellos tiene mil formas de gestionarse, y múltiples alternativas para ser enfrentado. No cabe duda que abarcar todos estos temas en una administración es absolutamente imposible. Sin embargo, un PDU es un plan de desarrollo a mediano y largo plazo; una visión del espacio y de sus necesidades.

Ojalá este documento, sea aprobado o no por las autoridades; sea discutido por los ciudadanos, antes durante y después de su proceso de autorización. No será más que una declaración de intenciones si no es interiorizado y discutido por los integrantes de las diferentes comunidades de Puerto Morelos.

Para mí, éste es un ejemplo a seguir en el resto de los municipios del Estado. No por el contenido, que puede ser defendible o no, si no por el esfuerzo de imaginar un futuro con planificación, orden, y con la menor simulación posible.

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