José Alfredo Contreras “el Chepe” va a encabezar la coalición PRI-PAN-PRD-CONFIANZA en las elecciones del 2021. Por otra parte, Juan Manuel Herrera y Trinidad Guillén compraron, a las malas, la candidatura de la coalición MORENA-PT-PVEM-MAS; y Alexander Zetina Aguiluz, presidente municipal de Bacalar no ha logrado impulsar a Javier Padilla.
El Chepe encabeza las encuestas de forma amplia (a pesar de tener muchos negativos), y con la “neutralización” tanto de Tania Casa Madrid (PVEM), como de Javier Padilla, no tiene rival. El día 21 de enero apareció una manta en el ejido Aaron Merino Fernández que señalaba: “Juan Herrera cuando nos chingamos a Román G, se te dio chance a que te abras. Te vamos a matar perro. Saludos a Lety y Trinidad Guillén”.
El Chepe es un pobre diablo, con amistades medio oscuras, que robó lo que pudo en su primera administración (como perciben los ciudadanos en las encuestas), y que no muestra otra intención que seguir en esa dinámica, si tiene la oportunidad de gobernar por segunda ocasión el municipio. Tiene una personalidad arrogante, soberbia y acomplejada, con una gran dosis de machismo a la antigua usanza, y aires de nuevo rico sin pulir.
Juan Manuel Herrera, en el caso de que le queden ganas de competir, es un político profesional corrupto, que hizo fortuna revendiendo terrenos, y manipulando a un grupo de ejidatarios empobrecidos. Su compañero de “aventuras”, Román Guzmán, fue asesinado en el mes de marzo del año pasado, y la amenaza directa que recibió esta semana, parece confirmar, que tiene enemigos poderosos, que no lo tienen en buen concepto.
Alexander Zetina, el actual alcalde, ha aprovechado su gestión para enriquecerse, dejando a un lado la gestión municipal. En los últimos meses vive medio escondido, y tiene tremenda cola que le pisen. Pareciera, que, con el apoyo de Juan de la Luz Enríquez al Chepe, haya perdido el favor del gobierno estatal. Su estilo de gobierno, le ha dejado solo, y le ha dificultado dejar un sucesor que le cubra las espaldas: ni el Chepe, si no se lo ordenan, ni Juan Manuel Herrera, lo van a hacer.
En este escenario está muy complicado imaginar que pueda haber en Bacalar un desarrollo económico sostenible, ni que exista confianza para ningún tipo de inversión a mediano plazo. El bajo nivel político de estos personajes, muestra que el poder real no tiene en la agenda el desarrollo turístico del pueblo mágico; y explica el que los empresarios se queden callados esperando que vengan otros tiempos.
El proceso de definición de la candidatura de la coalición de MORENA-PT-PVEM-MAS en Bacalar sigue sin cerrarse, y ha evidenciado con claridad frente a la opinión pública, la gran corrupción que mueve las cuerdas del Partido del Trabajo en Quintana Roo.
Patricia Casados, sobrina del dirigente nacional del PT, llegó a Quintana Roo y pasó la charola a los posibles candidatos que buscaban competir por su partido. Finalmente, el que más ofreció fue Juan Manuel Herrera, y el PT se quedó con Bacalar en la negociación, a pesar de saber no sólo que Herrera no tenía ninguna posibilidad de ganar en un proceso electoral, sino que las bases históricas del PT no estaban con él.
Los otros “donantes” a la causa personal de Casados, se han molestado y han empezado a publicitar el engaño, y el cinismo de la política, que regresó a Quintana Roo en silla de ruedas tras ser sometida, señalan, a varias operaciones de cirugía estética. Este hecho y la falta de respuesta institucional cuestiona públicamente la honradez de la cuarta transformación y deja en ridículo los liderazgos petistas locales y nacionales.
La lucha en el PT por concretar una candidatura sigue abierta, y posiblemente se cierre esta semana. Hernán Villatoro Barrios, acostumbrado a pasar la charola, se molestó, enfrentó a la delegada del PT, y trató de reventar el acuerdo con Herrera.
La política hace extraños compañeros de viaje. El senador José Luis Pech, está desarrollando una campaña en redes sociales, en contra de la corrupción, y de los políticos que se sirven de la misma en MORENA, atacando sin cuartel las viejas prácticas políticas. Villatoro, se alió con José Luis Pech Várguez y con el regidor de MORENA Rivelino Valdivia y puso en la mesa el nombre de la diputada Ana Pamplona, como una alternativa. El problema es que no les alcanza. ¿Dejará Pamplona su diputación, por una regiduría de un municipio en el que ni siquiera reside?
Todavía hay gente en MORENA y en el PT, que piensan que con el arrastre de AMLO les es suficiente para conseguir el apoyo de la gente. Eso no es así, ni siquiera lo fue en el 2019, en el que hubo una gran abstención en Quintana Roo. La ciudadanía quiere una transformación en la forma de hacer política, pero los liderazgos locales de MORENA y el PT han demostrado que no hay cambio ni transformación. Siguen anclados en el pasado, y no han logrado que las élites políticas de siempre sigan manejando la hilos de la política local.
Las coaliciones electorales no solamente simbolizan un reparto de cuotas, que se pueden comprar y vender. Son instrumentos para sumar esfuerzos, tratar de jalar votos y procurar ganar una elección. El colocar al PVEM en una sexta regiduría en Bacalar por parte de la coalición, cuando Tania Casa Madrid, es la segunda política mejor valorada del municipio con un 21% de las preferencias electorales es una estupidez, si lo que se pretende es ganar una elección.
Si la coalición PT-MORENA-PVEM-MAS no hace una operación cicatriz real, y en lugar de dedicarse a la grilla de taquería, no hace política de verdad, no tienen ninguna opción en Bacalar. ¿Qué transformación pueden encabezar políticos engolosinados que no entienden la realidad, ni tienen sensibilidad para leer encuestas, o para escuchar lo que a la gente le interesa?
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